Cuando Iron Maiden fueron invitados al Rainbow Bar con Jimmy Page (Led Zeppelin) en su primera gira en EEUU: “Había chicas todo el rato encima de nosotros, no tuve tiempo ni para terminar la pizza”

Cuando Iron Maiden Fue Invitado al Rainbow Bar con Jimmy Page: Una Noche Inolvidable

La historia del rock está llena de anécdotas y momentos memorables, pero pocos pueden competir con la experiencia vivida por Iron Maiden en su primera gira por Estados Unidos. En un giro del destino, la legendaria banda británica fue invitada a una de las instituciones del rock: el Rainbow Bar & Grill en Hollywood. Esta no era solo una oportunidad para disfrutar de una buena comida y una bebida, sino también para compartir el mismo espacio con íconos de la música, como Jimmy Page, el guitarrista de Led Zeppelin.

Era 1983, y Iron Maiden estaba en plena ascensión. Su segundo álbum, "Killers", había sembrado las bases para lo que sería un estrellato internacional. La banda, compuesta por Bruce Dickinson, Dave Murray, Steve Harris, Adrian Smith, y Nicko McBrain, aún estaba navegando en las aguas de la fama, con el entusiasmo y la energía típicos de una agrupación que comienza a dejar su huella en la escena del rock.

El Rainbow Bar & Grill, un lugar emblemático situado en Sunset Boulevard, era conocido por ser el punto de encuentro de numerosas estrellas del rock. Esa noche, Iron Maiden tuvo el privilegio de ser parte de ese mundo. Lo que debería haber sido una velada tranquila se convirtió rápidamente en una experiencia abrumadora para los miembros de la banda.

Recordando el evento, Bruce Dickinson, el carismático vocalista de Iron Maiden, no pudo evitar sonreír. “Había chicas todo el rato encima de nosotros, no tuve tiempo ni para terminar la pizza”, confesó en una entrevista años después. La combinación de la fama incipiente de Iron Maiden y el aura de legendario de Jimmy Page creó una atmósfera electrizante, donde la diversión y la locura se entrelazaron.

Por un lado, estaban los miembros de Iron Maiden, con nervios y emoción, al lado del hombre que había armado la columna vertebral del hard rock. Por otro, Jimmy Page, disfrutando de la compañía de estas jóvenes estrellas del metal que estaban a punto de convertir su música en un fenómeno global.

La noche se llenó de risas, anécdotas e historias compartidas, mientras los miembros de Iron Maiden absorbían toda la experiencia. Era un momento crucial, no solo por la cercanía a un ícono como Page, sino porque sentían que estaban un paso más cerca de consolidarse en la escena musical estadounidense.

A medida que los minutos se convertían en horas, y los tragos fluían, la conversación se tornó cada vez más interesante. Dickinson recordó momentos en los que la música pasó a ser el tema central del diálogo, donde él y Page hablaban sobre sus influencias, la evolución del rock y los caminos que cada uno había tomado.

El Rainbow Bar & Grill no solo ofreció una experiencia culinaria, sino una experiencia formativa para Iron Maiden. La noche se convirtió en una lección de humildad y aspiración para la banda, recordándoles la importancia de sus raíces y el legado que aspiraban a dejar en el mundo del rock.

Al final de la velada, el tiempo pasó volando, y aunque Dickinson se fue sin haber terminado su pizza, se llevó consigo un tesoro de memorias que nunca olvidarían. La noche en el Rainbow sería recordada como parte de la historia de Iron Maiden y un testimonio del poder de la música para unir a generaciones.

Esa experiencia, aunque efímera, les dio un empujón invaluable en su viaje por la industria musical, uniendo a las leyendas del pasado con las estrellas del futuro. Cada vez que suena una de sus canciones, los ecos de esa noche siguen vibrando, recordándonos que el rock and roll es, ante todo, una celebración de la música y la camaradería.